CChC Ñuble llama a acelerar el cumplimiento plan energético regional

En el marco de la presentación oficial de los proyectos de ampliación de las líneas de transmisión Monterrico–Cocharcas y Charrúa–Chillán, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Ñuble realizó un llamado a las autoridades a profundizar y acelerar el cumplimiento del plan energético regional, destacando la urgencia de contar con infraestructura eléctrica capaz de responder a las necesidades de un territorio en crecimiento.

Durante la actividad, que contó con la presencia del subsecretario de Energía, Luis Felipe Ramos; del embajador de China en Chile, Niu Qingbao; el presidente nacional de CGE, Yan Dai; además de alcaldes, seremis, consejeros regionales y representantes del sector privado; el consejero nacional de la CChC, Jorge Figueroa, advirtió en su discurso que el escenario actual obliga a actuar con decisión.

“Ñuble enfrenta hoy un gran desafío: las limitaciones en infraestructura eléctrica. La falta de capacidad de transmisión y distribución suficiente y oportuna no solo frena el crecimiento económico, sino que también se convierte en una barrera para superar la pobreza y garantizar una mejor calidad de vida para nuestras familias. La energía es más que un insumo técnico; es un habilitador de desarrollo, de oportunidades y de equidad”, afirmó.

Figueroa enfatizó que la ejecución de proyectos como los presentados —ambos que serán ejecutados por la empresa CGE y que son considerados estratégicos para mejorar el sistema eléctrico de la zona centro-sur— debe ir acompañada de una planificación a largo plazo que evite cuellos de botella futuros.

“Si queremos que Ñuble siga avanzando, necesitamos más obras de transmisión que aseguren la potencia y la energía necesarias para acompañar el crecimiento de nuestra demanda. Sabemos que los proyectos eléctricos no se construyen de un día para otro; muchas veces requieren varios años para concretarse. Por eso, la planificación debe incorporar holguras suficientes para enfrentar el futuro con anticipación y no con urgencia”, sostuvo.

La obra a realizar en la línea Monterrico–Cocharcas aumentará la capacidad de transporte a 56 MVA y deberá entrar en operación dentro de un plazo de 24 meses desde la publicación del decreto en el Diario Oficial. En el caso del proyecto Charrúa-Chillán, también de propiedad de CGE Transmisión, contempla la modernización de la línea existente, elevando su capacidad de transporte a 90 MVA, y se espera que entre en operación en un máximo de 36 meses desde la publicación del decreto correspondiente.

El líder gremial reiteró que “sabemos que los proyectos eléctricos no se construyen de un día para otro; muchas veces requieren muchos años para concretarse. Por eso, la planificación debe considerar holguras suficientes que nos permitan enfrentar el futuro con anticipación y no con urgencia”.

“Actualmente se tienen registrados unas 1.300 factibilidades eléctricas rechazadas, afectando especialmente a los sectores agrícola y agroindustrial, y también a proyectos habitacionales que buscan responder a la necesidad de vivienda de miles de familias. Y esta cifra, además, es conservadora, porque muchas empresas han optado por dejar de solicitar conexión ante los costos y demoras”, sentenció.

Finalmente, Figueroa invitó a todos los presentes a contar con el respaldo técnico, estratégico y logístico de la Cámara Chilena de la Construcción, con el fin de evitar nuevas dilaciones en los proyectos en cartera y avanzar hacia una mayor factibilidad eléctrica para toda la región, impulsando la inversión, el empleo y el dinamismo económico que Ñuble necesita.

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