Fiscalía de Tarapacá y Carabineros ejecutan masivo operativo contra bandas dedicadas al robo de vehículos
Gracias al trabajo conjunto entre la Unidad de Análisis Criminal y Focos Investigativos (SACFI) de la Fiscalía Regional de Tarapacá y la Sección de Encargo y Búsqueda de Vehículos (SEBV) de Carabineros, se logró identificar y desarticular tres organizaciones criminales dedicadas al robo violento y sustracción de vehículos en la Región de Tarapacá y en la zona central del país. Los móviles sustraídos eran posteriormente trasladados a Bolivia, donde eran intercambiados por dinero o drogas.
El operativo —desarrollado durante la madrugada de este miércoles— fue encabezado por la Fiscal Regional, Trinidad Steinert, y el Prefecto de Carabineros de Iquique, Coronel Adrián Andrades. En la acción participaron más de 250 funcionarios policiales de diversas unidades del país, quienes allanaron 31 inmuebles ubicados en Iquique, Alto Hospicio, así como en las regiones Metropolitana y de Coquimbo. Como resultado, se detuvo a 16 personas, entre ellas blancos investigativos y otros sujetos vinculados directamente a las agrupaciones delictuales.
“Tras una investigación exhaustiva, se logró acreditar la participación de los imputados en múltiples delitos de robo de vehículos, muchos de ellos cometidos con violencia o intimidación, en diferentes regiones del país, particularmente en Tarapacá, Metropolitana y Coquimbo. El modus operandi consistía en trasladar los vehículos robados a través de pasos fronterizos no habilitados hacia Bolivia, utilizando a los denominados ‘chuteros’, quienes los llevaban rápidamente para su comercialización o intercambio por sustancias ilícitas, incluso siendo ofrecidos abiertamente a través de redes sociales”, explicó la Fiscal Regional.
La investigación permitió determinar que una de las bandas participó en al menos 16 robos de vehículos cometidos en la Región de Tarapacá desde el año 2023 a la fecha. En tanto, otra agrupación fue responsable de al menos 7 robos de vehículos 4x4 en la Región Metropolitana, los cuales eran trasladados al norte del país bajo la modalidad de clonación vehicular, utilizando placas patentes y documentación falsificada para ocultar la identidad original del vehículo. Posteriormente, estos automóviles eran ingresados a territorio boliviano por pasos no habilitados, siendo intercambiados por dinero o bienes de origen ilícito.
Por su parte, la tercera organización operaba en Iquique y Alto Hospicio, utilizando la modalidad de “falso pasajero” en la aplicación de transporte InDrive. Sus integrantes —en su mayoría adolescentes— creaban cuentas ficticias para solicitar viajes, y una vez en contacto con el conductor, lo intimidaban con armas de fuego o armas blancas para sustraer el vehículo y otras pertenencias. En algunos casos, los móviles eran abandonados en la vía pública; en otros, eran comercializados informalmente a cambio de dinero, armas o drogas.
Durante la investigación se emplearon diversas técnicas especializadas, tales como peritajes forenses a dispositivos telefónicos, georreferenciaciones, vigilancias, seguimientos y análisis de registros de cámaras de seguridad. Estas diligencias permitieron identificar a los imputados y concretar los allanamientos, logrando la incautación de tres armas de fuego, vehículos, más de un kilo y medio de marihuana, $5 millones en efectivo, 16 notebooks y el rescate de un mono capuchino que se encontraba en uno de los domicilios intervenidos.