Expertos Labocar Ñuble advierten sobre principales riesgos de incendios estructurales en viviendas

La accidentalidad y la negligencia en el uso de fuentes de calor siguen siendo las principales causas de incendios estructurales en la región y en el país.

Así lo advierten los peritos criminalísticos de Carabineros del Labocar Ñuble, quienes a partir de su experiencia en la investigación de siniestros han identificado los factores de mayor riesgo dentro de los hogares, y junto con ello, exponen recomendaciones para la prevención de este tipo de incendios que, a la fecha en la región, marcan un total de 167 casos en los registros de Carabineros.

Entre las causas más recurrentes se encuentran, el uso indebido de calefactores eléctricos y a leña, las fallas en instalaciones eléctricas, por instalaciones defectuosas y el mal uso de las mismas por exceso de conexiones a artefactos, con uso frecuente de guías o extensiones, no certificadas, además de la utilización de velas o mecheros en sectores rurales, los que pueden generar incendio, sin la supervisión adecuada.

El Suboficial Mayor de Carabineros y perito criminalístico del Labocar Ñuble, José Arriagada Solar, recalca que muchos de estos incendios pudieron haberse evitado con medidas simples. “El factor distancia es clave: los calefactores, ya sean eléctricos o a leña, nunca deben estar a menos de 80 centímetros de cortinas, camas, ropa u objetos combustibles. Esa prevención básica puede marcar la diferencia entre un hogar seguro y un siniestro fatal”, señaló el especialista.

En el caso de los calefactores a leña, se destacan como causas frecuentes la suciedad de los ductos de ventilación de gases (caños) las instalaciones artesanales, sin la aislación suficiente entre componentes y madera, sea tabiquería o cubiertas y forros con maderas o paneles, falta de limpieza y mantención de estufas o similares. Se suma a ello la práctica de secar ropa directamente en altura sobre la cubierta de estufas o chimeneas, lo que incrementa el riesgo de inflamación de los elementos, una vez que han secado en exceso y sin supervisión.

Otro de los riesgos más significativos son las fallas eléctricas, responsables de cerca del 49% de los incendios domésticos, según datos de la National Fire Protection Association (NFPA), seguidos por equipos de cocina. Calefactores y ventiladores, a su vez está estadística indica que 3 de cada 10 incendios por falla eléctrica, ocurrieron durante meses de clima frío.

“El uso de múltiples alargadores, las reparaciones caseras con huincha aisladora y las sobrecargas en un solo enchufe son prácticas extremadamente peligrosas que lamentablemente vemos con frecuencia en nuestras investigaciones”, advirtió el Suboficial Mayor Arriagada.

De hecho, el Labocar Ñuble ha trabajado en la investigación de 15 incendios estructurales en el periodo julio - agosto, donde el equipo especializado ha sido requerido por el Ministeiro Público para determinar origen y dinámica del fuego, hechos que han registrado graves daños en las estructuras y que han dejado personas lesionadas.

Finalmente, en sectores rurales persiste el riesgo asociado a la iluminación con velas o mecheros, cuyo uso inadecuado y la manipulación de combustibles no apropiados derivan en incendios que suelen comenzar con humo tóxico y rápidamente escalar a llamas.

Los especialistas insisten en la importancia de la educación familiar, la mantención periódica de instalaciones y la supervisión constante de fuentes de calor como acciones concretas de prevención.

“La prevención es nuestra primera herramienta contra los incendios estructurales. No se trata solo de proteger bienes materiales, sino principalmente de resguardar vidas”, concluyó el perito criminalístico de Carabineros.

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