Descubren antiguo túnel en calle Isabel Riquelme que revela la historia de Chillán
Durante los trabajos de mejoramiento de la carpeta asfáltica realizados por la Dirección de Obras Municipales (DOM) en calle Isabel Riquelme frente al estacionamiento de la Ferretería Madrid, trabajadores descubrieron una estructura subterránea que podría ser un vestigio del sistema hidráulico y de desagües de la ciudad de hace más de un siglo.
El alcalde Camilo Benavente señaló que el túnel descubierto tendría su origen en un período posterior a la cuarta refundación de Chillán (1835), ciudad que el próximo mes cumplirá 445 años de historia. “De acuerdo con los primeros estudios, parece ser que esta estructura funcionaba como una acequia para canalizar aguas pluviales y probablemente también como parte del sistema de alcantarillado de la ciudad”, explicó el alcalde.
El edil destacó la pronta intervención de Monumentos Nacionales y de la arqueóloga Ángela Guajardo, quienes llevarán a cabo una evaluación más detallada del hallazgo para determinar el estado técnico de la construcción a través de un informe.
Para Karin Cárdenas, encargada de la Unidad de Patrimonio (UPA) de la Dirección de Cultura, Artes y Patrimonio, este descubrimiento es parte de una serie de hallazgos relacionados con un sistema hidráulico más amplio de la ciudad. En 2013, en la Avenida O'Higgins, se encontró una estructura similar que desató gran expectación entre los ciudadanos y que, tras su análisis, fue confirmada como parte de un antiguo sistema de drenajes subterráneos. Posteriormente hubo un hallazgo similar en el Colegio Padre Hurtado Técnico, en el edificio del antiguo Seminario de Chillán fundado en 1898.
"Estos túneles y acueductos son vestigios de la Chillán que existía antes del terremoto de 1939, una ciudad que estaba en proceso de modernización y que buscaba mejorar la salubridad pública a través de estas innovadoras obras de infraestructura", indicó Cárdenas.
Desde el punto de vista técnico, la arquitecta de UPA Anabella Benavides explicó que la estructura sigue el diseño clásico de un arco de medio punto, realizado con albañilería simple. “El ladrillo vertical permite que la estructura sea autosoportante, capaz de resistir el peso de la tierra y las pavimentaciones modernas”, añadió Benavides.
Este descubrimiento adquiere relevancia al considerar los desafíos históricos de la gestión del agua en Chillán, especialmente tras el terremoto de 1835, cuando la ciudad fue refundada. En 1856, el Intendente del Ñuble, general José Rondizzoni, destacó en sus “memorias” la urgencia de establecer un “sistema moderno de desagües” para prevenir las inundaciones que afectaban las calles.
El historiador Marco Aurelio Reyes C. en su Breve Historia de Chillán 1835-1939 resalta que uno de los proyectos más cruciales para la ciudad fue la creación de un sistema de agua potable y drenaje. “Este proceso llevó a la construcción de canales como el Talquipén y Las Toscas. Sin embargo, el alcantarillado no se completó hasta 1920, y la expansión urbana superó rápidamente la capacidad de estos sistemas”, señaló Reyes.
Este descubrimiento subraya no solo la importancia histórica del desarrollo urbano de Chillán, sino también la capacidad de la ciudad para preservar y reconocer su patrimonio arquitectónico e hidráulico.